RAW SCENT I sat in a bar scrolling through my social networ..

RAW SCENT

I sat in a bar scrolling through my social networks. The barman approached me, speaking in English—a common occurrence in Gran Canaria. I glanced up, and his face struck a familiar chord, though I couldn't place it. He was tall, tanned, and covered in tattoos, exuding a confident, manly aura that immediately captivated me. He had the raw scent of masculinity that made my pulse quicken. As he set my drink down, he said, "Enjoy it, Marco!"

My mind raced. I’m notoriously bad at recognizing faces, but this guy clearly knew me. After a few moments of racking my brain, it hit me—this was @rickchasexx, former Mr. Fetish Belgium and the current Mr. Rubber Gran Canaria. The realization that such a decorated man recognized me was thrilling.

I called him back over for another drink. The bar was quiet, giving us a chance to chat. With my usual cheeky charm, I proposed filming together. I was drawn to him, hoping he'd agree.

The next day, I was at his place. He stood before me, his uncut dick already hard and throbbing. I knelt down, eager to worship him. His cock was a masterpiece, thick and inviting. I took him into my mouth, savoring every inch as his masculine scent enveloped me.

He guided my head, pushing deeper until I gagged, tears streaming down my face. The raw scent of his musk and the taste of his pre-cum drove me wild. I felt him harden even more, his desire matching mine.

With a firm grip, he pulled me up and bent me over. His hands were rough yet controlled as he teased my hole. When he finally entered me, it was slow and deliberate, every inch a delicious stretch. I moaned loudly, the pleasure and pain mingling into a heady mix.

Rick’s thrusts were powerful, each one driving me closer to the edge. As he pounded into me, I could feel my orgasm building. With a final, deep thrust, he triggered my release. I came hard, my cries echoing in the room. He wasn't far behind, filling me with his hot load. The sensation of his cum inside me was the perfect climax to our intense session

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ESENCIA CRUDA

Me senté en un bar y hojeé mis redes sociales. El barman se me acercó hablando en inglés, algo común en Gran Canaria. Levanté la vista y su rostro me resultó familiar, aunque no pude ubicarlo. Era alto, bronceado y cubierto de tatuajes, exudando un aura varonil y segura que inmediatamente me cautivó. Tenía la esencia cruda de la masculinidad que hizo que mi pulso se acelerara. Mientras dejaba mi bebida, dijo: "Disfrútalo, Marco!".

Mi mente se aceleró. Soy notoriamente malo reconociendo caras, pero este tipo claramente me conocía. Después de unos momentos de devanarme los sesos, me di cuenta: era @rickchasexx, ex Mr. Fetish Belgium y actual Mr. Rubber Gran Canaria. Darme cuenta de que un hombre tan condecorado me reconocía me llenó el ego.

Lo llamé para tomar otra copa. El bar estaba tranquilo, lo que nos dio la oportunidad de charlar. Con mi habitual encanto descarado, le propuse filmar juntos. Me sentí atraído por él, esperando que estuviera de acuerdo.

Al día siguiente estaba en su casa. Estaba de pie frente a mí, su polla ya estaba dura y palpitante. Me arrodillé, ansioso por adorarlo. Su polla era una obra maestra, gruesa y atractiva. La llevé a mi boca, saboreando cada centímetro mientras su aroma masculino me envolvía.

Guió mi cabeza, empujando más profundamente hasta que me atraganté y las lágrimas corrían por mi rostro. El aroma de su almizcle y el sabor de su líquido preseminal me volvieron loco. Lo sentí endurecerse aún más, su deseo igualaba el mío.
Con un agarre firme, me levantó y me inclinó. Sus manos eran ásperas pero controladas mientras jugueteaba con mi agujero. Cuando finalmente entró en mí, fue lento y deliberado, cada centímetro era un tramo delicioso. Gemí fuertemente, el placer y el dolor se mezclaron en una mezcla embriagadora.

Las embestidas de Rick eran poderosos, cada uno de las cuales me llevaba más cerca de corrwrme. Mientras me follaba, pude sentir cómo crecía mi orgasmo. Con un último y profundo empujón, provocó mi liberación.

Me corrí con fuerza, mis gritos resonaron en la habitación. Él no se quedó atrás, llenándome con su carga caliente. La sensación de su semen dentro de mí fue el clímax perfecto para nuestra intensa sesión.